En esta pestaña me gustaría compartir una de las tantas reflexiones que he tenido durante esta cuarentena debido al COVID-19.
Actualmente nos encontramos viviendo una situación excepcional. No podemos salir a la calle, tampoco ir a clases o a trabajar y por supuesto nada de fiesta o de reuniones familiares o con amigos... Todo esto se debe a la existencia de una pandemia mundial que está arrasando en muchísimos países y acabando con la vida de miles de personas.
Es una situación triste y dura, los hospitales están "a rebosar" y se ha llegado incluso a tener que elegir que vida salvar ¡qué situación más trsite!, pero es así, es una realidad que estamos viviendo y que espero que a pesar de la rudeza de la situación sepamos sacar alguna enseñanza.
Como os he dicho, no podemos ir a la universidad y tanto estudiantes como profesores estamos dando lo mejor de nosotros trabajando mediante el ordenador, comunicándonos a través del correo electrónico e incluso dando clases virtuales, y todo esto gracias a las TIC, ¡Qué importantes son y que suerte tenemos de poder usarlas!
Hace poco, leyendo un artículo para un trabajo de psicología lei la palabra resiliencia ¿sabéis lo que es? Es la capacidad que tenemos las personas para sacar de las situaciones malas algún beneficio para nosotros, y desde luego, quien no haya sacado algo bueno de todo esto, es porque no ha querido, o al menos así quiero pensarlo. Esta pandemia nos ha dado la oportunidad de pasar más tiempo en familia, de aprender a valorar más lo que tenemos y también de acordarnos y empatizar con aquellos que no tienen la suerte de tener nisiquiera un hogar en el que refugiarse en estos tiempos tan malos, nos has dado la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros mismos.
Os mentiría si dijera, que no ha habido momentos (y muchos) de desesperación y agobio durante esta cuarentena, pero para calmarme pensaba en las personas cuyos países están en guerra y llevan sin poder salir años, ¿os imagináis la situación? ¡qué tristeza!, y mientras ellos llevan así años, nosotros después de 30 días, estamos que no podemos más...
Con esto de estar tantas horas en casa, he leído mucho y he reflexionado esto mismo que os estoy transmitiendo en estas líneas. Uno de los días, entré en instagram y me salió una imagen que fue la que me hizo cambiar el "chip" y a raíz de la que surge esta reflexión. Era una imagen sencilla, fondo blanco y con la siguiente frase: "Ya había gente sufriendo antes de que al primer mundo nos llegara el coronavirus".
Con estas líneas he intentado simplemente desahogarme y tambien transmitiros una de las tantas reflexiones que he tenido durante estos días. Espero que os sirva para aquellos momentos en los que las cosas no vayan tal y como queréis y os sintais atrapados (aunque ojalá, no literalmente).
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